jueves, 8 de mayo de 2008

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La orilla que se abisma



Cero creatividad para comentar lo que vi... No estoy acostumbrado a ir al cine y no ver nada... con no ver nada me refiero a un film que no es “convencional”.
La orilla que se abisma de Gustavo Fontán (quien fue uno de mis instructores, y quien me enseño el “esquema actancial”) es una experiencia... somnífera? Bueno si, me quedé dormido, al igual que mi compañera de ruta, al igual que el pobre cristo que estaba unas filas detrás nuestro, quien nunca se enteró que la película había terminado y siguió su viaje por el mundo onírico...
La orilla que se abisma es un experimento o cine experimental, y no hay parámetros para categorizar este cine... es un cine que se rige por las sensaciones, por lo que causa (Indignación en una señora que salió a los gritos de la sala preguntándose si ella era tan ignorante, pidiendo explicaciones por la película, pero fue más lejos y se acercó a la boletería para que le devolvieran la plata!!!).
por el efecto que produce, por la transmisión y la recepción de imágenes y sonidos...
No tengo más para decir... bueno si, Gustavo Fontán es un excelente profesor de Literatura...

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